Recuerda a los mayas

           

“Mayan Buzz Café” es un café en Grand Rapids, Michigan en la esquina de las calles Grandville y Cherry. El café muestra el tema de los mayas. Con paredes de ladrillos a la vista y luces colgantes, el café da una sensación acogedora y cómoda. Se vende alguna comida americana y centroamericana como las baleadas hondureñas. Pero, las bebidas son las estrellas del menú. En particular, el “Mayan Mocha” con un sabor de Centroamérica. Con pimentón y chocolate, esta bebida lleva a los clientes fuera de su zona de confort. Los trabajadores simpáticos, las bebidas deliciosas, y el ambiente tranquilo hacen de “Mayan Buzz Café” un destino necesario en Grand Rapids. El café tiene dos dueños: Mary Rose y Marco Bulnes. Para entender la inspiración y el funcionamiento detrás del café, entrevisté a Marco Bulnes.

¿Por qué su café se llama “Mayan Buzz Café”?

 Quiero recordarles toda la cultura maya. Elegí “Buzz” porque quiero escuchar todo mundo hablar de los mayas.

*Buzz es término del argot en inglés para hablar mucho.

¿De qué país viene la inspiración para su café?

Ningún país en particular. Todos los países de Centroamérica son mi inspiración.

¿Por qué eligió esta ubicación?

Miré el futuro en esta ubicación, y me gusta.

¿Consigue Ud. todos los productos en Grand Rapids?... ¿Dónde los consigue?

Sí. Consigo mis productos en Aldi, Costco, Meijer, Gordon’s Food Services, y Grand Rapids Coffee Roasters.

¿Estudió cocina?... ¿Dónde?

 No, pero aprendí a cocinar con mi madre.

¿Cuál fue la razón para abrió el café?

Para ayudarme a abrir una clínica para niños en Honduras.

¿Qué es lo especial de su café?

Mis trabajadores. Todos tienen corazón y esto es muy importante para mí.

¿Qué es lo más difícil de este trabajo?

No sé. En mi opinión, todo es fácil.

¿Qué es lo más satisfactorio de este trabajo?

Para mí, es ver que los clientes están sonriendo y disfrutando del café.



***Aprende más de Mayan Buzz Café y visita su página de Facebook:***

https://www.facebook.com/mayanbuzz/

Un mercado vivaz

            El mercado en Río de Janeiro es animado, vivaz, y lleno de vida. Entre los productos y las personas de este mercado, el ambiente es emocionante y una experiencia de las sensaciones. La positividad de los vendedores y el sentido de comunidad crea una sensación que el mercado es su propio mundo. Los colores brillantes, el sonido de risa, los olores fragrantes, y, lo más importante, el sabor rico de la comida hace que desee quedarme aquí para siempre.

            No hay nada como los productos frescos, y este mercado está lleno de ellos. Cuando caminé por el mercado, me sentí abrumada por los colores vibrantes de las frutas y las verduras. Mientras yo estaba aturdida por las visiones hermosas de las cajas rebosantes de futas y verduras maduras, un vendedor me daba un mango rechoncho y anaranjado para probar. Mordí el mango y el jugo dulce jeringó en mi boca y el sabor fresco y delicioso me golpeó el paladar. Continué por el mercado y repentinamente olí algún picante. Busqué la fuente de la fragancia y encontré un surtido de pimientos. Pimientos amarillos, y rojos, y verdes, pimientos picantes y no picantes. La selección era bonita. Al lado de los pimientos había una variedad de especias que era aún más impresionante que los pimientos. Hubo cientos de bolsas de especias, muchas de esas no me resultaban familiares. La calidad y el cuidado que está tomando con los productos del mercado en Brasil es notable y creó una experiencia que no olvidaré.

            Los productos no son la única razón para que este mercado sea inolvidable; los vendedores y su orgullo como comunidad que ellos crean, dan a los clientes un sentido de familia. Tan pronto como caminé en el mercado, oí el sonido del canto. Un vendedor contento cantó en voz alta y feliz. Me dio la promesa de diversión cuando otro hombre ruidoso, teatral, y cómico, corrió a través del camino. Sus payasadas fueron un espectáculo en sí mismo. El mismo hombre me ayudó a llevar mis bolsas. Todos los vendedores hicieron que el mercado se sintiera como en casa, no solamente por la manera en que me trataron, pero en la manera que se trataron entre sí. Ayudaron a atraer a los clientes y se bromearon. No pude dejar de sonreírle. Las personalidades radiantes de los vendedores hicieron una experiencia única.

             El mercado en Río de Janeiro fue una aventura para mis sensaciones. La explosión de los sabores demostró la frescura de las frutas. La alegría de los vendedores puso una sonrisa en mi cara. Los productos hermosos transformaron al mercado, pero los vendedores acogedores del mercado lo hicieron estupendo. Recomiendo, a cualquiera, hacer una visita al mercado en Río de Janeiro. Es un mercado pleno de viveza, excitación, y comodidad.  

El sabor de mi infancia

      

      El olor abrumador de papas hervidas, el calor de la cocina, y la anticipación de mi comida favorita son los sentimientos que surgen cuando este recuerdo me viene a la mente. Los pierogis son una comida checa, y son muy importantes para mi familia. Cuando era niña, mi abuela pasaba horas y horas cocinándolos. Yo olía la mantequilla que se estaba derritiendo en las papas cuando entraba en la cocina. Veía a mi abuela sudorosa, en su elemento, amasaba la masa; ponía todas sus fuerzas en la masa con un ritmo que me parecía una naturaleza segunda para ella. Escuchaba chisporrotear las cebollas en el sartén y me sentía impaciente para la cena. Cuando ella terminaba el proceso de mucho tiempo, ponía una pila de los pierogis en la mesa en un gran plato para cambiar. Eran suaves, mantecosos, y llenos de rico sabor. Es el sabor de mi infancia.

Oda a la fresa

Fresa,

Tan dulce, tan pura

Con tus pecas brillantes

y el rojo sensual de tu piel,

y tu centro blanco y casto.

                                                                                 

Tu sangre que explota en mi boca

me das un sabor de vida.

Querida fresa,

La plenitud de tu color vivaz

que crece de la tierra

demuestra esperanza.

La promesa de tu fertilidad

ofrece una razón para vivir.

Tu perseverancia se difunde a través

de la suciedad

ilustras tu generosa de amor.

Das y das y das,

 Y te entregas

para el disfrute de todos.  

Gracias, Fresa,

Por tu hermosa,

Por tu amor,

Por tu generosidad.